Abril Lorca, Ayelén, Irys alcázar, Pietro Igarza,Raquel Hernández y Yasa
Grita con sus silencios,
que quiere librarse de todo,
y sus alas maltratadas
se despliegan con enojo,
algunas aves presencian
aquel acontecimiento,
y entre la espesura del monte,
todas juntas alzan vuelo;
y allá tras el horizonte,
se dejan llevar por el viento.
Apostada en sus miedos, bajo las sombras de su realidad, se encaminó decidida a enjaularlos.
Quiso la tarde ofrecer distinta visión y al verlos abrir las alas decidió desempolvar las suyas y acompañarlos en vuelo raso.
Los cantos negros de las aves,
la noche estrellada y prisionera,
la dama vestida de dudas
y la esencia reptando en gris ribera
¡Libérate ave!
Libérate ave y alza el vuelo,
que tus pasos sean alas
y tus anhelos el cielo.
Si aquellos cantos
olvidados en el tiempo
reptaran en hálitos ahogados
por la penumbra maltrecha de los anhelos
encandilando al cielo y tomando vuelo,
no sería entre certezas,
no, entre hechos.
Sólo es una idea,
sólo es un sueño.
Ella:
Sobrevolándome en intensa caricia
las alas desplegadas
el canto poderoso
el hierro se marchita en mis manos
la tristeza muere en mi voz
y me voy
a despertar el cielo.
Cuánto dolor aprisionado
reducido a mis mejillas.
Que ya no son, sino cenizas
que marchitan mis pupilas.
Negras aves encarnando
el benévolo canto
de la sombra del pasado
amordazando el intento,
de ser y amar, siendo amado.
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