En las blancas delicias que a tu piel se ciñen
levitan los cielos
y sonríen sus pétalos
entre luceros callados y susurrantes caricias.
Blancura perfecta
tu piel en las flores
oscuro destino
no rozarte más que en sueños.
Al despertar, sólo olvido.
En la cima tus besos y en la sima suspiros de fuego.
Inmersa en el verde desierto
gritan margaritas a sus pies
el oscuro blanco de la flor
tiene la negra luz de tu voz.
Se desvisten tus pasos
se arropan los campos al amanecer,
pies descalzos sobre el campo vestido de gala...
Caminante fijo mis pasos
cada vez que voy sin dudarlo vengo
blancas margaritas
oscurecen el trazo
perdiendo el corto tiempo luengo.
Rasgué de mis pies
las asperezas de tus olvidos
nacieron flores blancas
y con ellas compuse mis sentidos.
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